miércoles, 30 de octubre de 2013

Concluyen las III Jornadas de Cultura del Agua con la visita a un antiguo molino de agua y pozo en Valsequillo

Unas treinta personas se interesan por la iniciativa que contó con la colaboración desinteresada de la Asociación de Patrimonio Cultural de Valsequillo




En el marco de las III Jornadas de Cultura del Agua "Del cacharrón a la cantonera: pozos, minas, galerías y otras ingenierías”, se desarrolló en la mañana del pasado sábado 26 de octubre, la visita promovida por la A.C. El Bloque a un antiguo molino de agua y pozo con casa-máquina en el pago de El Colmenar, Valsequillo. Dicha actividad se inició a las 11,00 horas, en el mencionado pozo, dándose cita una treintena de personas entre participantes a las Jornadas, adultos y jóvenes, entre los que se encontraban Rafael Sánchez Valerón, Cronista Oficial de Ingenio,  y miembros de la Asociación de Patrimonio Cultural de Valsequillo de Gran Canaria, quienes  dieron la bienvenida a los asistentes.


Árbol cigüeñal con tres pistones
Durante la visita los participantes conocieron de primera mano cómo se realiza la extracción de agua mediante pozo, la estructura externa de una casa-máquina, así como sus divisiones internas: casa del maquinista y sala de máquinas. Construido hacia 1950, el pozo tiene 137 metros de profundidad y dos galerías de servicio. En la actualidad se encuentra electrificado y como fuerza motriz auxiliar posee  un motor diesel Robson de 75 CV y 260 r.p.m., refrigerado por agua y arranque de aire comprimido, acoplado a través de una correa sin fin a un sistema de bombeo compuesto, en el brocal del pozo, por las poleas cabezal-cigüeñal, que mediante tres varillas recorren hacia el fondo donde están las bombas de succión. Esta demostración deleitó a los asistentes, al sentir el "latido" de este antiguo motor de fabricación inglesa. 




Los asistentes comprobaron la existencia de dos whinches, que permiten la elevación o bajada del cacharrón con la seguridad de un freno manual accionados mediante pedales y palanca, así como el lenguaje de campana existente entre los operarios que realizan las tareas de mantenimiento fue otro de los momentos de mayor interés. 




Ya en el exterior uno de los operarios enseñó los preparativos para encender una lámpara de carburo o de gas acetileno, un dispositivo de iluminación a gas frecuentemente utilizado para bajar al pozo y galerías. Este aparato permite obtener una llama muy luminosa producida con la ignición del gas acetileno que se genera por la reacción química entre el carburo de calcio y agua. La lámpara consta de dos compartimentos que se cargan con ambos reactivos (agua en la parte superior y carburo de calcio en el inferior). El resultado, tras prender fuego es una llama en una boquilla que puede estar provista de reflector parabólico. La función era la iluminación y la detección del mortífero gas. Su uso reportaba una serie de ventajas, al proporcionar una iluminación uniforme, cálida y agradable; permitía gran autonomía a un bajo coste; era una fuente de calor ante estancias prolongadas y se convirtió en un dispositivo robusto, simple y de gran fiabilidad. 
                                 Dossier Molino y pozo El Colmenar, 
                                  Valsequillo. A.C. El Bloque



De acuerdo con el programa propuesto, se procedió posteriormente a  visitar el molino de agua de El Colmenar, el más antiguo de Valsequillo que data su existencia de 1758, situado en la margen izquierda a la salida del puente sobre la vía que conduce a Tenteniguada, igualmente en la cabecea del Barranco de San Miguel, desde donde se puede ver la casa del molinero, hoy separada del salón y cubo del molino por la carretera general que conduce a Tenteniguada.


Interior Molino de El Colmenar
El molino está formado por un cubo de 10-12 metros de altura y  un salón que alberga dos pares de piedras del país de 1,20 m. de diámetro, ambas movidas inicialmente por las aguas de la Heredad de la Vega Mayor de Telde y posteriormente, al instalarse uno de explosión de combustión interna a gasoil, quedando una una de ellas movida por las aguas y la otra por el motor, con una producción entre ambas de 2.400 kilogramos de molienda en 24 horas.  Este conjunto permanece inactivo desde la década 1960-1970.


Cubo del molino harinero

La visita concluyó tres horas después de iniciada, y donde los participantes reflexionaron sobre el estado general del patrimonio hidráulico, calificado de desastroso y decepcionante, a excepción de puntuales intervenciones derivadas de las distintas sensibilidades de los poderes públicos.


Asistentes a la visita


En definitiva, una visita práctica y didáctica, necesaria para entender uno de los aspectos más importantes del aprovechamiento del agua gracias al esfuerzo, ingenio y trabajo tenaz del hombre que posibilitó un desarrollo económico, social e histórico germen de la sociedad actual.

Más información: Teldeactualidad.com
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